Este 3 de mayo de 2009, se escribió una nueva página de la historia de nuestro país Panamá, y es precisamente los motivos que nos lleva a realizar un humilde comentario del mismo.
Primeramente el ejercicio electoral paso sin actos de violencia que enlutara la nación panameña, por otro lado es la perpetuación de la alternalidad del poder político entre los partidos tradicionales, que comparten en el fondo una misma ideología neoliberal.
La doctrina ideológica neoliberal ha fracasado en medio de una crisis mundial del capitalismo incapaz de sobreponerse sin la ayuda o el atraco de los fondos estatales que le pertenece a todos los contribuyentes y es por ello un robo descarado de las riquezas de los pueblos acumulada precisamente para atender o aliviar el dolor de los más pobres o desafortunados víctimas del sistema, llevados a padecer desempleo, falta de salud, educación y otros derechos de los seres humanos, protegidos por la Carta Internacional de los Derechos Humanos.
Panamá, se sometió a un cambio solamente de figuras en la vida política, pero el pueblo seguirá padeciendo las mismas necesidades de justicia social, en medio de una mala distribución de las riquezas, y donde los ricos se hacen más ricos y los pobres más pobres.
Es una verdadera lastima que la cortina de humo que adormece la conciencia de los pueblos este haciendo ese efecto en la población celebrando el triunfo de un multimillonario que llega al poder con promesas mesiánicas imposibles de cumplir.
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